Autor: Jesús Ballaz
Asistentes: 21, además de jóvenes observadores
Como en ocasiones anteriores, se celebró a las cinco de la tarde.
Asistieron familias de 5º y 6º. (ya se van animando algunos de 5º). Es de destacar la presencia de Carla, hermana de Milena, que ha intervenido activamente en el coloquio. Pero también resultó muy especial, y queremos dar la enhorabuena a Naiara, que siendo alumna de 3º, aprovechó la ausencia de su hermano Fran para tomar la palabra y leer su propia reflexión sobre el libro. Esto, como podemos constatar, se sigue animando.
Tengamos en cuenta que, además, se mantiene la fidelidad de la mayor parte de los asistentes.
Tanto Maider Blanco como Patricia se ofrecen a hacer el resumen inicial de la obra. Por eso se reparte entre ambas:
Maider: Se trata de un rey que no decía que era rey. Ocultaba su identidad. Le gustaba la caza y se perdió. En una cabaña le acogió un leñador. Casi le resultaba imposible esa noche atenderle, porque iba a nacer su hijo. Él, sin embargo, había dejado a su mujer, la reina, que estaba también a punto de parir, y no estuvo con ella durante el parto. Al día siguiente la mujer del leñador dio a luz y el hijo que nació se quedó huérfano porque se murió la madre.
Un hada dijo que aquel niño tenía mucha vida por delante, y además, seguro que se casaba con la hija del rey. El rey lo oyó y juró que haría lo posible por impedirlo. Cuando, al día siguiente, le acompañó el leñador al rey para que supiera salir del bosque, éste le ofreció dinero por el niño. El dinero le daba igual, pero quería que su hijo pudiera ser atendido. (Sigue Patricia)
Patricia: El rey le mandó a un sirviente para que fuera a recoger el niño, pero le ordenó que lo ahogara en el río. Al sirviente le daba pena el niño, y lo echó al río en una barquica de juncos o algo así, con una bandera. Lo cogió un señor que vio la bandera. Era un pescador que vio pasar la cesta. Su mujer y él, que querían tener un hijo, lo criaron hasta los 18 años.
Estaba el rey un día cazando por el bosque y se dio cuenta de que se había perdido otra vez y encontró la casa. Preguntó al chico, Ismael, si le podía acompañar. Y se dio cuenta de que era el hijo del leñador y que, por lo tanto, no había muerto.
Entonces le envió una nota a su mujer con el chico. Le pedía a la reina que hiciera matar a quien llevara ese mensaje. Ismael no sabía qué era la carta. En el camino, como ya era de noche, una anciana (la misma hada de antes) le acogió en su casa. El hijo del leñador, dormido, llevaba en su bolso la carta. La anciana la leyó y la cambió por otra.
Al día siguiente el chico llevó a la reina la carta. En ella el hada había escrito, con la letra del rey, que casara a la princesa con el leñador antes de que él volviera. A la reina le pareció muy raro, pero los casaron. El rey volvió y se sorprendió de lo ocurrido.
El rey le dijo al hijo del leñador que si era tan valiente tenía que pasar una prueba: ir a coger tres pelos del Brillante Encantador. Estuvo días y días yendo por caminos. Se encontró con un barquero y le pidió que le pasara el río. Le contó al barquero a donde iba. El barquero le pidió que le preguntase por qué no podía salir de la barca ni un momento para pasar gente al otro lado.
Siguió caminando y encontró un pueblo gris que no era muy alegre y les preguntó qué había pasado. Les contó a donde iba, y el alcalde le pidió que le preguntara al Brillante Encantador por qué había dejado de producir manzanas de oro un manzano que antes lo hacía. El muchacho prometió preguntarle.
Un señor también le contó de un lago que tenían antes, con agua mágica, y le pidió que le preguntara por qué ya no daba agua. También lo prometió.
Se encontró unas escaleras, entró al castillo y estaba el hada que le había salvado. Le preguntó qué iba a hacer. El hada le iba a quitar los pelos.
El Brillante Encantador … (sigue Irati)
Irati: Después de mucho viajar y viajar pudo coger los tres pelos y pudo volver con su esposa, la hija del rey.
Carla: No fue Ismael quien cogió los pelos. La anciana le pidió que se escondiera en el horno y lo hizo ella.
Katiuska: Medio soñando el hada le iba arrancando pelos y sacando las respuestas a las preguntas de Ismael.
Patricia: Ismael contó a todos que el estanque estaba atascado por una hoja de nenúfar. Le dieron dos caballos y un carro. Siguió caminando y les habló de los topos que se comían las raíces. Allí le dieron la corona de oro. Al barquero le dijo que le dejase en la otra orilla y después le contó que tenía que dejar los remos a la siguiente persona que quisiera pasar el río.
Maider: En la p. 59 la anciana aprovecha para arrancar un cabello de un tirón. Cada pelo suena de una manera. Me hace gracia que cada pelo suene como un instrumento distinto. Que cada pelo suene diferente y sirva para contestar a una pregunta.
Tere: A mi me gusta más la respuesta y el castigo del rey.
Carla: Lo que me ha gustado es que Ismael ha sido muy trabajador y ayudaba a sus padres en el rebaño y todo eso. No me ha gustado en las primeras páginas, cuando se muere la mamá de Ismael, que me dio mucha pena.
Sheila: Me ha gustado todo. No me ha gustado el final.
Milena: Me hizo gracia que primero es rey, tan ambicioso, y después acaba remando en una barquita chiquita.
Katiuska: Aunque es una suposición. Pero se da por hecho que así termina.
Naiara: Me ha gustado que tiene muchas cosas pero tiene un final feliz. Bien. escrito con una mezcla de realidad y fantasía. Las ilustraciones, aunque son pocas, son geniales. Aunque sean en blanco y negro hacen que den más expresión a los personajes. Nos ha gustado mucho Ismael. Ganas de ayudar a todo el mundo, aun sabiendo que muchas veces peligra su vida.
Mila: Se da cuenta de todo, pero sigue haciendo las cosas bien.
Tere: No dice el libro qué representa el Brillante el Encantador; sale por ahí todo el día, pero no dice a qué, y vuelve muy cansado.
Olga: Parecía que representaba al Sol, pero después no queda claro.
Maite: Me recuerda a la mitología griega. Hay una mezcla de leyendas mitológicas.
Mertxe: Las personas que hacen mal, al final lo pagan. Él tiene un ángel de la guarda, el hada que le cuida siempre.
Olga: Quiere decir un poco que el destino está escrito. Muchas adversidades pero terminan bien. Hace todo por el amor que tiene a la mujer. Movido por amor.
Mertxe: Ya pone que tenía miedo, pero lo supera para conseguir su objetivo.
Maider: También Ismael, cuando viene con sus riquezas, el rey le pregunta el por qué , y no lo más importante. También Ismael es muy astuto por no contarle lo de la barca.
Olga: Era astuto, pero no tonto. Especialmente con el barquero.
Katiuska: Pensando en él vemos cómo ayuda a todo el mundo. Piensa en ayudar a los ciudadanos, al barquero… Cuando Ismael hace el viaje, no hay nadie que le dé la dirección exacta. Es como fantasía, pero resulta extraño.
Mila: El único que tiene nombre es Ismael. Los demás no tienen nombre.
Carla: Tengo una pregunta: ¿Al final Ismael pudo saber quiénes eran sus verdaderos padres? ¿Alguien se lo dijo?
Katiuska: Los que lo recogieron lo cuidaron como sus verdaderos padres. El hada, cuando nace el niño, no evitó que lo dejaran abandonado en el río, con tantos cuidados que ponía en su destino y tanta preocupación por él.
Mertxe: Es que si lo hubiera protegido más, a lo mejor no hubiera habido libro.
Tere: Tenía que pasar todo eso porque debía pasar las pruebas.
Estrella: Estoy de acuerdo. Hay bastantes incongruencias. Es un “corta y pega” de toda la tradición de cuentos del mundo entero… y un poco de mayonesa. Hay cuestiones que no tienen salida lógica, y no es que lo defienda. Si tuviera lógica fantástica sería un cuento maravilloso, pero no es cuestión de remedar lo que otros han hecho. Hay muchas figuras que nos suenan de unos y otros relatos. A los chicos les ha enganchado.
Otros: Les ha encantado.
Mila: (Comenta la biografía de Jesús Ballaz, el autor). Familia agrícola, de fuerte personalidad. Estudió teología. Se orientó a trabajos editoriales. De cómo escribe deduces también cómo ha sido su vida.
Katiuska: El autor dice que es muy aventurero. Pero echa en falta piernas para viajar (ciclista).
Mila: La vida es muy complicada. Voy para allá y para aquí… y las cosas se complican.
Maider: Lo que has dicho del nombre único. Al principio parece que el personaje más importante es el rey, pero luego descubres a Ismael, y el rey pasa a segundo plano.
Mila: Hay gente que parece más importante, pero luego la gente menos importante es de mayor valor.
Olga: El rey es muy avaricioso. Tiene de todo y quiere más. No se conforma ni quiere compartir.
Mertxe: No conoce al chico como para que surja de inmediato la intención de matarlo. Hay gente a la que le sucede: juzga sin conocer.
Belén: Ahí está el clasismo. Mi hija (de rey) ¿cómo se va a casar con un leñador?
Mertxe: Del autor me ha gustado, en sus declaraciones: La tercera razón de nacer, cuando descubrí que leer era una fiesta para la cabeza y el corazón.
Olga: El destino en lugar de la casualidad: la cara que tiene que poner el rey.
Katiuska: Lo de las piernas (cita del autor y su vida), mejor que no fue ciclista porque no hubiera podido leer mientras manejaba la bicicleta.
Maider: El rey decía que no quería que se casara su hija con el hijo del leñador.
Patricia: Lo que más me ha gustado es cuando Ismael lleva los tres pelos al rey y lo deja con la boca abierta. Lo que menos cuando se muere la madre de Ismael.
Mertxe: En la mitología la muerte y los traumas son muy fuertes, no tienen problema en causar pena al espectador.
Nekane: Me ha gustado cuando el sirviente del rey no le hace caso y, desobedeciendo, lo deja en el río para que lo recoja una familia y le cuiden.
Carla: El rey no quería que el niño se casara con su futura hija. Como la anciana dijo eso imaginó que la gente del pueblo iba a pensar que un pobre leñador se iba a casar con una princesa y eso no podía ser.
Tere: Esas cosas suelen salir en la realidad mal. Estas cosas no suelen terminar como en los cuentos.
Mila: Pero están acostumbrados.
Olga: De todas maneras, todos son buenos. Un poco de cuento.
Mila: ¿Cómo os imagináis a Ismael?
Patricia: En el dibujo está guapo.
Javier: Una persona tan orgullosa como el rey viaja en solitario, se va de caza solo, y suele presentarse sin identificarse. ¿Cómo se puede compaginar una cosa con la otra?
Katiuska: Al principio iba acompañado, pero se pierde.
Olga: Es ambicioso y quiere obtener información yendo de anónimo. Hay un momento en que se dan cuenta de que es el rey, pero sigue intentando ocultar su personalidad.
Irati: Me parece que al principio se hace el orgulloso para que todos crean que tienen que tener cuidado con él.
Patricia: Y quiere que le traten como una persona normal.
Olga: Parece siempre que lo que dice el rey hay que hacerlo.
Patricia: Si no sabe alguien que es el rey, le deja dormir en su casa igual, pero si hubiera sabido que era el rey le hubiera acompañado a su casa, pero no lo hubiera alojado en plan familiar.
Maider: Al principio explica que cuando se iba a cazar se olvidaba hasta del nacimiento de su hija. El otro, el leñador, no. El rey no parecía darle tanta importancia.
Katiuska: No tenía que haber salido de casa. Le importaba la caza más que la hija.
Patricia: Tiene que despejarse un poco la cabeza.
Mertxe: A la mujer parecía que tampoco le importaba. No le echa la bronca.
Carla: Yo creo que tal vez el rey no daba su identidad por si le pasaba algo.
Maider: Si dice “yo soy el rey” tiene ventajas, pero también desventajas.
Katiuska: Es que ya, sin decir quién es, el rey consigue favores de los del lugar.
Irati: Si es el rey podía haber conseguido las cosas con órdenes.
Olga: Era un poco rarito.
Maider: Hay personajes que acompañan al rey y ya no vuelven a salir.
Olga: Bueno, pero hay que tener en cuenta que muchos personajes pasados los 18 años, ya han desaparecido.
Tere: Cuando la mujer estaba de parto, en la antigüedad, tampoco había tanta gente pendiente del parto de su mujer.
Patricia: La reina no se había enfadado porque estaba contenta con su hija.
Maider: Antes salían los niños y no había tantos médicos. Muchos niños morían al nacer o moría la madre. Si hubieran tenido médico quizás la madre no hubiera muerto.
Olga: Hablamos ayer del tema en familia, porque sucedió un hecho: Una mujer que llevaba años luchando por “el parto en casa”, murió de parto (ayer), y hablamos del asunto y de las dificultades que se pueden presentar.
Mila: Que en un parto hubiera una matrona antiguamente no era tan habitual. La mujer puede parir incluso sola.
Patricia: ¿Cómo se corta el cordón umbilical si no hay nadie?
Mila: Con una tijera.
Tere: Hay riesgos. Mira, mi abuela tuvo 20 partos, y fueron tan complicados que solo le sobrevivieron 3.
Transcurrió más de una hora de coloquio, y como es norma desde la primera sesión, nos vimos obligados a cortar.
Posteriormente se repartió el siguiente título: "Usoa, llegaste por el aire" de Patxi Zubizarreta.
Vemos que es un título de muy pocas páginas y escrito pensando en edades tempranas. No obstante parece ser interesante.
Fijamos la próxima sesión para el día 5 de marzo (lunes).
Comentamos también la actividad, dentro del ciclo, de FIRA, en fomento de la afición lectora. Como vamos a adquirir casi todos el libro de este año (Hasta que lo sepas todo - Juan Kruz Igerabide), hemos pensado hacer una tertulia con posterioridad a la visita del autor. Ya hemos fijado la fecha: 30 de marzo, viernes.
Así que ya tenemos fijadas las dos próximas fechas y sus correspondientes lecturas.
Aquí tenéis una pequeña colección de fotos que hicieron dos animosas reporteras: Irati y Naroa
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