Como en ocasiones anteriores, a las cinco de la tarde, se llevó a cabo la tertulia literaria. En este caso se trataba de una obra escrita para teatro por Fernando Lalana: «Se suspende la función».
Nº de asistentes: 22.
Podemos concluir que ha gustado mucho, y que el conjunto de lectores nos lo hemos pasado muy bien.
Para la próxima sesión se ha fijado la fecha del viernes 3 de febrero, y se ha repartido el título siguiente: "El regalo del río", de Jesús Ballaz.
A la sesión de hoy acudimos, como es habitual, un nutrido grupo de alumnos y alumnas, padres, madres y profesores/as del centro. Podéis leer, a continuación, un resumen de las intervenciones de los asistentes:
Maider (1º ESO): Resumen: Trata de una compañía de teatro que tenía previsto interpretar una obra. Se equivocan de fecha y piensan que es jueves. No hay nada preparado, y va apareciendo público. Al final caen en la cuenta de que la obra no se va a representar. Los actores no están.
Los trabajadores de la compañía, los de vestuario y todos los personajes hacen una obra improvisada que se titula «La Caperucita del bosque y los siete principitos».
Al final representan la obra... pero el director decide vender el teatro para hacer un bingo. Aparecen todos jugando al bingo como si hubiera acabado todo.
Nekane: Ha sido muy divertido. Al final ha resultado muy interesante. Me gusta cuando se juntan todos y hacen la obra con la princesa Mª Carmen.
Patricia: Solo para empezarla, porque solo llevan 20 minutos de función, y las funciones son más largas. El director se sale con la suya…
“¡Hala, márchense! Todos fuera de aquí, que suspendemos la función. Un caramelico y a la calle. No. Estos chicos han venido desde muy lejos y van a ver una obra de teatro…”
Dicen que van a hacer algo por salvar el teatro y el empleo.
Irati y Naroa: Nos ha resultado muy graciosa, especialmente en la parte en que improvisan los anuncios.
Maite: Me ha gustado la obra, el batiburrillo de cuentos, el revoltijo de historias.
Tere: Al principio no se sabía qué día era la obra, si era jueves o viernes. Da la sensación de que no estás dentro de la obra de teatro, y luego te vas dando cuenta.
Milena: La primera duda que tuve es el nombre del grupo «La Galdrufa». Lo busqué en el diccionario. Significaba “trompo o peonza”. Me llamó la atención.
Katiuska (madre de Milena): Me sorprendió, y quiero resaltarlo, (p. 47) cuando uno de los actores empieza a repetir la frase: “No tendré dinero para dar de comer a mis hijos”. El autor explica que se trata de un homenaje a Jardiel Poncela. Encontré los datos. Es un escritor que escribía en plan absurdo, surrealista (porque no tenía hijos).
Otra cosa sorprendente es que dice que termina sin saber cómo se llama la obra. Pero la obra sí tenía nombre: la que presentan se titula «La Caperucita durmiente del bosque y los siete principitos».
Mertxe: Me atrae y sorprende el vocabulario tan coloquial: “…Que te cosa los pantalones tu mamá...” También lo de Utebo, resulta muy familiar.
Mila: La gente «pequeña», llana, saca adelante todo por encima de las dificultades. Parece que esta obra es una anticipación de la realidad de la crisis actual.
Alberto: Sí. Parece que adelanta incluso la crisis del teatro, “con la que está cayendo”. Los propios trabajadores levantan lo que los actores no hacen. Casi veía, mientras leía, la cara de los individuos, los tramoyistas, el portero (Cosme)…
Sally: Mi imaginación se limitaba con tanta descripción y acotación. Prefiero poner la escena, el personaje. Tanta descripción me estorbaba como lectora.
No obstante, no tiene desperdicio. Pág. 31: “La culpa es de los profesores… que no están en lo que están…” Esto es atemporal, siempre está en boca de muchos. Resaltaría la capacidad de lucha de Margarita. En la pág. 76 me llamó la atención: “…Antes no era más que la taquillera, ahora soy una actriz”. Parece estar muy de moda ese “ahora soy…” Necesitamos humildad, y aquí encontramos esa reflexión.
Irati y Naroa: No nos ha gustado el final. Tanto esfuerzo para nada.
Mila: No hubiesen terminado de actores.
Olga: Habría que ver la obra de verdad. Me ha parecido super-gracioso. Parece todo improvisado.
Sally : Me gustaba el exceso.
Olga: La descripción, la escena de “Cómo clavar una punta” me ha encantado. Todo está sacado de contexto. Me ha gustado, y eso que leer teatro me parecía, de antemano, que no me iba a gustar.
Mertxe: Aquí te dan el título y te guías por él. También a mí me ha gustado.
Javier: Al leer es inevitable no ponerse en el lugar del público e imaginar lo que va ocurriendo.
Mila: Todos los títulos que hasta ahora estamos leyendo tienen mucho contenido. En este caso los protagonistas son el último recurso de la empresa, que sacan adelante todo. Parece que no, pero aun siendo infantiles dicen mucho.
Lorenzo: Me ha gustado la rápida decisión que toman para entretener al público con la publicidad. Todo improvisado… y sale perfecto.
Maider : Me ha llamado la atención lo del portero que dice “¡Que le atizo con la garrota!” Utiliza unas expresiones muy pintorescas.
Lorenzo : Facilitan que encontremos cada personaje conforme vamos leyendo.
Belén: Lo de excesivas descripciones es normal y necesario. Descubrirás, como público, lo que pasará. Pero los actores y directores tienen que leer acotaciones para saber qué hacer según el autor.
Sally: Desde el punto de vista del director, genial; pero desde el simple lector cuesta un poco leer teatro.
Estrella: Javier ya sabe que lo leí muy pronto. Me ha gustado mucho la obra por el devenir de los personajes que toman su presente en sus propias manos y cómo se describe todo.
Personajes secundarios que toman de pronto la palabra en el escenario. Está contado de forma interesante y da mucho que pensar. Los libros que a mí me gustan son los que me hacen volver a pensar. Si de pronto me evoca una película (ej. este me recuerda «La orquesta», de Fellini.). Me hizo gracia este librito porque la de Fellini parecía una reflexión de lo más profundo, y aquí, en principio sin apariencia de grandes pretensiones, todos lo leemos y nos preguntamos qué pasaría si no hubiera dirección en muchas iniciativas en las que estamos acostumbrados a que sean dirigidas por alguien.
Cuando piensas que estamos dirigidos por tantos y, al fin y al cabo, podemos preguntarnos: «¿A qué esperamos? ¿Deberíamos admitir tanta dirección de todo? Tiene lugar lo que tiene lugar. Si tomáramos un poco más la palabra a lo mejor sería diferente el rumbo. Obras como esta plantean, lo queramos o no, grandes cuestiones.
Mila: Hay algo que dice el escritor que es muy sugerente: de pequeño quería ser arquitecto, de mayor me gustaría ser feliz.
Belén: Me imaginé el punto de vista del espectador desde el principio. Lo he hecho más rápido de lo que lo he leído.
La obra muestra que la dura realidad se impone al final. Grandes milagros no se pueden llevar a cabo.
Es cierto que si hoy cambiamos un poquito, mañana otro poquito… a la larga conseguimos grandes cambios.
Tere: Tiene que haber muchas pérdidas, muchos sacrificios, muchos intentos de mejora, de mucha gente, para que haya cambios a lo largo del tiempo.
Estrella: No sé si los chicos lo viven, pero ellos van a aprender y van a vivirlo. Es difícil echar la mente a soñar. Era más fácil antes de la Revolución Rusa, del muro de Berlín. Pero el derecho a soñar hemos de reivindicarlo por encima de todo.
En la escuela, y en todas las organizaciones de buena voluntad, deberíamos hacer entender que la visión de esas pérdidas fuera amplia y se tuvieran en cuenta otras ganancias que ya hemos perdido con la actual forma de vida que tenemos (rural-urbano). Antes el ritmo de vida era diferente. El pobre en el pueblo era el “rey”. Se le recibía de casa en casa… Las pérdidas pueden acabar siendo ganancias. No sé si lograremos hacer entender a nuestros hijos que la generosidad es una ganancia… mejor que “Todo para mí y solo yo”.
Sally: Pueden leer este libro 2000 personas y esa actitud la tendrías solo tú, quizás. El libro provoca esas lecturas. Cada persona une su experiencia con sus lecturas y saca sus conclusiones.
Estrella: Estas cosas las provoca una lectura. Pero, además, sucede con más facilidad si hay una tertulia. Por eso, por asistir a la tertulia, se me ocurre decir y hablar estas cosas.
Sheila: Los tramoyistas han tenido la iniciativa de hacer un teatro por su cuenta. Me ha gustado esa ocurrencia.
Maider e Irati: En la p. 32 me ha hecho mucha gracia cuando empiezan con lo del viernes. “…mocoso. Dile a este qué día es hoy…” No se da cuenta el director de que el día es viernes. Y luego tiene que callarse.
Alberto: Si, pero eso después de explicar y aclararse de que es viernes.
Estrella: Eso después de que les han bajado el sueldo.
Katiuska: Cuando hacemos teatro en las Salesianas nos sentimos actores. Y entendemos mejor estas reacciones, estas cosas que se presentan en la lectura.
Mertxe: La cuestión del apuntador me ha hecho mucha gracia por la relación de la obra con lo que a veces tenemos que decir, y no sabemos qué quiere decirnos el apuntador. Nos podemos armar un lío y preguntarnos ¿qué ha dicho este, que no entiendo nada? ¿Y ahora qué digo?
Mila: Después de sacarlo adelante, siguen su vida como si no pasara nada.
Alberto: Eso es. Cantan hasta los números del bingo.
Katiuska: Otra duda. Me quedó la duda entre lo del ensayo general y la representación ¿Nunca hubo ensayo general?
Mertxe: Cuando dice el matón que quiera sacar a porrazos a todos es muy castizo ¿Y lo del caramelo de café con leche de Solano?
Maider B.: Cuando dice el portero que se han colao… me hace mucha gracia.
Luego todo lo que dice son expresiones que me divierten mucho. Esas palabras, esos insultos.
Maider (6º): Creo que esta obra, si se representara en la realidad, tendría mucho éxito. Si en un teatro hacen anuncios también daría mucha gracia.
Tere: Tenemos que hacer las obras entre madres y padres.
Alberto: El público ni aplaudir… ¿sabían qué hacían? Parece la función. El público lo tienen abandonado.
Sally: Maider y yo vimos una obra que recuerda a esta, y que os recomiendo: “No te enredes que me enredo”. Tiene un paralelismo. Era una obra dentro de otra obra. Me ha recordado esa comicidad y esas situaciones surrealistas. Lo hacía un grupo de Estella. Lo repondrán más adelante, supongo. Es apta para niños y es deliciosa. Es teatro dentro del teatro, como este libro.
Belén: Para ser una primera vez es difícil esta obra.
Olga: Pueden participar más tramoyistas y personajes. Se puede hacer un casting.
Estrella: Para el día de la interculturalidad.
Tere: Eso, y luego montamos un bingo y ya está. Recaudamos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario